Cuando nos acercamos a estudiar a los seres fantásticos y mitológicos que forman parte del folklore escocés descubrimos que hay criaturas realmente extrañas y terroríficas, más allá de lo que nuestra propia imaginación puede dar de sí. El folklore escocés está generalmente influido por dos corrientes importantes: la sajona y la nórdica. Dos grandes tradiciones mitológicas que convergen en Escocia para convertirla en una tierra rica de seres singulares y, como en este caso, horripilantes.
Seres extraños
Enclavado junto a la costa en la idílica villa de Duvengan, en la parte noroeste de la isla de Skye, el castillo de Dunvegan es uno de los mejor conservados de la zona, y además irradia un misterio enigmático y sugerente para todo aquel que se interese por él. Además de poder visitar sus espléndidos corredores y salones, en el castillo de Dunvegan podemos encontrar uno de los objetos más misteriosos de toda Escocia, la llamada Bandera de las Hadas (Fairy Flag), cuyos orígenes se remontan, según la leyenda, a un pacto entre estos seres mágicos y los humanos…
Ubicado en el parque nacional de los Cairgorms, el Ben Mcdui es el segundo pico más alto de toda Escocia, solo por detrás del Ben Nevis. En este lugar, a las grandes montañas se las conoce como «ben», y de ahí que todas lleven ese apelativo delante. Además de estar en un lugar desolado y alejado de cualquier gran ciudad (la más cercana es Braemar y está a bastantes millas de distancia), el Ben Mcdui es muy conocido por la leyenda del misterioso hombre gris que parece habitar en él.