Edimburgo, como toda gran ciudad, posee un símbolo por la que se la reconoce en el mundo entero, y ese no es otro que su castillo. Erigido sobre un antiguo volcán en el siglo XII como residencia de David I, rey de Escocia y conde de Hungtindon, el castillo vivió los momentos de mayor esplendor de Escocia, incluso antes de que Edimburgo se convirtiese en capital del Reino, cuando lo era Perth, por su cercanía a Scone. Precisamente David I fue proclamado rey de Escocia en esta pequeña localidad, según la tradición imperante en aquellos tiempos al encontrarse allí la Piedra de Scone o Piedra del Destino.
Utilizado primero como residencia real pero luego como fortaleza obligada ante los distintos ataques que sufrió durante la Edad Media, el castillo de Edimburgo ha sido centro de muchas disputas, y ha visto derramar mucha sangre entre sus paredes y alrededores. Han sido estas tragedias las que han convertido al castillo de Edimburgo en uno de los lugares más encantados de Escocia, algo que es mucho decir.
Hoy en día, el castillo es el monumento escocés más visitado, y uno de los principales del Reino Unido. Su espectacular ubicación, sobre una cima al final de la célebre Royal Mile, su imponente construcción llevada a cabo por diversos reyes a lo largo de varios siglos y, sobre todo, las historias tenebrosas y macabras que se cuentan sobre él, hacen que mucha gente decida ir hasta Edimburgo solo para ver el castillo. Y hacen bien, porque la visita al mismo es ineludible si pasamos por la capital de Escocia.
Fantasmas y entes extraños en el Castillo de Edimburgo
Siendo el principal símbolo de una ciudad que a la vez simboliza el misterio, el castillo de Edimburgo no podía dejar de ser centro de numerosos hechos extraños y apariciones de fantasmas y espectros, que van desde la Edad Media hasta nuestros días.
Una de las primeras leyendas que se cuentan acerca del castillo data de 1650, año en el que Cronwell llegó hasta los aledaños de la fortaleza para atacarla con sus tropas de ocupación inglesas. Se dice que en la noche anterior al ataque, un extraño niño sin cabeza apareció rondando el castillo. Las crónicas afirman que el niño tenía aspecto fantasmal y parecía levitar en lugar de caminar por el frio y empedrado suelo de Edimburgo. Desde entonces, la aparición de este niño sin cabeza siempre ha tenido lugar antes de que el Castillo de Edimburgo fuera atacado, algo que sucedió en varias ocasiones durante los siglos posteriores.
Poco después el castillo se convirtió en fortaleza con todas las de la ley, protegiéndose mucho más con el levantamiento de muros más altos, atrincherando a soldados en su interior y preparándolo también como cárcel para los apresados. Fueron muchos los que estuvieron encerrados en las mazmorras del Castillo de Edimburgo durante los siglos XVII y XVIII, época de constantes luchas entre Gran Bretaña y otros países, como la Guerra de los Siete Años. Prisioneros de todo el mundo llegaban a Edimburgo para ser encarcelados en su castillo. Y evidentemente, muchos de ellos sufrieron grandes torturas entre esas paredes, llegando a morir en algunos casos.
Tiempo después, cuando el castillo ha sido abierto al público en general, o cuando la propia sociedad Historic Scotland se ha encargado de restaurarlo y mantenerlo, muchos testigos afirman haber sentido presencias extrañas dentro de esas mazmorras. No son pocos los que aseguran haber visto destellos de luz, formas fantasmagóricas y, en los casos más extremos, incluso han llegado a sentir como entes invisibles les empujaban, arañaban o tiraban de sus ropas.
Han sido diversas las investigaciones realizadas en el Castillo de Edimburgo por parte de numerosos equipos científicos y parapsicológicos de todo el mundo. Sin llegar a conclusiones concretas, estos equipos sí que han logrado constatar la presencia de “algo extraño” en el edificio, sobre todo en estas mazmorras en las que seguramente murieron muchos prisioneros. Se cuenta que incluso una investigadora llegó a ser atacada por un ser invisible, grabándolo todo en vídeo. Sin embargo, las imágenes no son nada claras, entre el movimiento y la oscuridad, aunque sí se atisba lo que parece ser un misterioso destello luminoso. La investigadora afirma que escuchó una fuerte respiración dentro de la mazmorra momentos antes de ser atacada.
Escocia es una maravilla!!! continua con este blog!! un saludo